Ninguna de las incidencias detectadas por la Guardia Civil es de especial relevancia.
Un grupo de inspectores de consumo de la Delegación de Desarrollo Sostenible y miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de la Guardia Civil han realizado una campaña en la provincia de Cuenca con el propósito de combatir la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio o distribución ilegal de productos alimentarios y el fraude económico asociado. En el transcurso de la campaña, se han llevado a cabo más de treinta intervenciones, en las que se han identificado once incidencias en el etiquetado de productos.
Las inspecciones llevadas a cabo en las últimas semanas y su objetivo principal han sido los productos de calidad diferenciada como son la Denominación de Origen Protegida (DOP), la Indicación Geográfica Protegida (IGP) o la Especialidad Tradicional Garantizada (ETG), así como bebidas alcohólicas o vinos, ha informado en nota de prensa la Guardia Civil.
Incidencias etiquetado de productos
Se han examinado no solo los productos que cuentan con etiquetado de calidad diferenciada, sino también aquellos que, aunque no acrediten dicha distinción, hagan referencia o utilicen nombres similares. Durante el operativo, se han llevado a cabo más de treinta inspecciones, en las que se han detectado un total de once incidencias, aunque ninguna de ellas de gran relevancia. Los incumplimientos descubiertos están en su mayoría relacionados con el diseño del sello de calidad diferenciada de la Unión Europea utilizado para informar al consumidor sobre la categoría del producto.
Los datos recopilados son evaluados de manera positiva y apoyan la promoción de las figuras de calidad diferenciada como un factor que impulsa la distinción de la producción agroalimentaria, lo que contribuye a que los consumidores valoren estos productos. Al mismo tiempo, estas figuras son un instrumento fundamental para el desarrollo y la sostenibilidad de las zonas rurales, lo cual es crucial en una región como Castilla-La Mancha, donde la producción agroalimentaria de calidad tiene cada vez más peso.
Falsificación en el etiquetado del vino
Noticias sobre la identificación del uso fraudulento de etiquetas en los productos alimenticios aparecen periódicamente en los mercados. Recientemente, en Yepes (Toledo) se inmovilizaron nueve palés con 2.852 botellas de vino etiquetado DOP, ya dispuestas para su venta, y se han incautado 25.000 etiquetas por comercializar vino de la DOP ‘La Mancha’ sin estar autorizado.
Otro caso más llamativo apareció a finales de 2021 en Reus, donde se investigó a una empresa en Les Borges del Camp (Tarragona), por presuntamente falsificar etiquetas de botellas de vino con Denominación de Origen del Priorat, Montsant y Terra Alta. Según los Consejos Reguladores de dichas denominaciones, se detectaron irregularidades que hacían suponer una falsificación, estafa e introducción al mercado de un producto que en realidad no corresponde con la calidad que se les atribuye. En 2022, el magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Reus impuso una fianza conjunta de 65 millones de euros a los seis investigados y a las tres mercantiles investigadas