Tres meses críticos por delante para los vinos espumosos. Nos metemos de lleno en el periodo de navidad, tan importante y crítico para el devenir de muchos vinos espumosos.
Año tras año, la cifra de consumo de vinos espumosos crece, crece en regiones que no son las tradicionales. Catalunya con el Cava, parte de la Comunidad Valenciana y Francia con el Champagne han sido básicamente las áreas que históricamente han vendido más vino espumoso en España.
En los últimos años la tendencia de consumo de vino espumoso ha ido cambiando debido a varios factores. La aparición de nuevas zonas geográficas que han apostado por estos vinos, bodegas que se han esforzado por elaborar vinos de calidad, y a ello se ha unido el ya conocido boicot al vino catalán debido a los acontecimientos que durante los últimos diez años han envuelto la política y el proceso independentista.
El boicot a los vinos catalanes supuso una reducción de ventas en importantes firmas como Codorniú, Freixenet o Raventós. Algunos de ellos tuvieron que salir a defenderse diciendo que ellos no están a favor de la independencia, e incluso esta semana han aparecido comentarios de que Codorniu podría cambiar su sede fuera de Catalunya para no verse afectado, ¿estrategia para salvar las ventas?.
Mientras, bodegas de Castilla La Mancha siguen trabajando y apostando por vinos espumosos de calidad que poco a poco han ido seduciendo a miles de personas, países extranjeros, expertos de catas, concursos internacionales y grandes sumilleres.
El mercado está abierto, nos enfrentamos a tres meses claves para los vinos espumosos, donde las bodegas castellano manchegas tienen mucho que trabajar, donde los espumosos CUEVA de Calidad Diferenciada están ganando terreno a pasos agigantados gracias sobre todo al trabajo y compromiso de viticultores, bodegueros y distribuidores.
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