La evidencia científica respalda la idea de que el consumo moderado de vino está asociado con un estilo de vida saludable
Se reafirma la vigencia de la curva en “J” en la relación entre el consumo moderado de alcohol, especialmente el vino, y algunos marcadores de salud, principalmente, la mortalidad. Así lo ha destacado el Dr. Josep Masip, presidente del comité científico de FIVIN en la presentación de las conclusiones del congreso Lifestyle, Diet, Wine and Health, celebrado el pasado mes de octubre.
Esta curva en “J” indica que los bebedores moderados tienen menor riesgo de mortalidad que los abstemios y también menos que los bebedores excesivos. Esta evidencia ya había sido reportada en varios meta-análisis en los últimos 20 años y ha sido confirmada en estudios más recientes, incluso en el último del GBD (Global Burden of Diseases), el organismo consultivo de la OMS, que lanzó en un estudio previo, que no había un consumo seguro de alcohol. En este último estudio, sin embargo, rectifica en parte el anterior, y reporta que el riesgo del consumo de alcohol equivalente a no beber es casi cero en los jóvenes, pero muestra una curva en “J” en los mayores de 40 años.
Estas conclusiones han sido presentadas en el salón internacional Barcelona Wine Week por el Dr. Josep Masip, presidente del comité científico de FIVIN y miembro del comité del congreso Lifestyle, Diet, Wine and Health, y ha contado con la presencia de Javier Pagés, presidente del salón BWW, Fernando Ezquerro, presidente de la Organización Interprofesional del Vino de España, José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino y Carmel Mòdol, secretario general de alimentación del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya.
En la primera edición del congreso Lifestyle, Diet, Wine and Health, en la que participaron más de 30 investigadores internacionales, se presentó la evidencia científica actualizada sobre los beneficios que aporta al organismo un estilo de vida saludable, que incluye una alimentación sana y equilibrada, la práctica de ejercicio físico y la importancia en la cantidad y calidad del sueño.
Un estilo de vida saludable es fundamental para la sociedad, y el que representa la Dieta Mediterránea, que incluye el vino con moderación, es probablemente el más saludable, pudiendo extenderse más allá de la mera forma de alimentarse, a lo que se denomina “el estilo de vida mediterráneo”, ampliando la moderación a muchos aspectos de la vida, incluido el ejercicio y la sociabilidad, en combinación con la sostenibilidad medioambiental y el placer culinario.
Entre las conclusiones se remarcó la importancia de los diferentes patrones de alimentación, la sinergia de diferentes alimentos, el papel de los polifenoles y de la microbiota en la salud. Todos estos aspectos afectan a la calidad de vida y a la longevidad.
Un artículo de FIVIN.com