El IV Congreso de Enología de Castilla-La Mancha sienta las bases para afrontar nuevos retos.
Tras dos jornadas con un programa repleto de potencias y con relevantes expertos del sector, el IV Congreso de Enología de Castilla-La Mancha finalizó el pasado viernes arrojando un balance muy positivo en cuanto a ponentes, participantes y temas abordados.
Así lo explicaba la decana del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha, Milagros Romero, quien ha asegurado que “ha sido un éxito, se han cumplido las expectativas y tanto colegiados, como asociados y estudiantes del Grado de Enología han podido disfrutar de todas estas ponencias, enriquecerse y dar valor al Grado de Enología y al trabajo que se está haciendo desde el Colegio”.
El propósito principal de este encuentro ha sido el divulgar las innovaciones y las tendencias más recientes en el ámbito del consumo de vino, así como fomentar la apreciación por la cultura del vino y enriquecer el entendimiento sobre este producto. Durante el evento, se exploraron tanto el estado actual como las perspectivas futuras de esta industria, abordando además las herramientas, técnicas y tecnologías emergentes que están influyendo en la elaboración vinícola.
El sumiller François Chartier, CEO de Chartier World Lab; Philippe Pelanne, asesor enológico de ‘La Vie en Rosé’; el enólogo Pedro Sarrión; así como la profesora e investigadora Mónica Fernández de la Universidad de Castilla-La Mancha y la catedrática de Química Agrícola Rosario Salinas, entre otros distinguidos expertos, compartieron sus conocimientos y vivencias con los participantes del evento.
La ciencia aromática
El reconocido sumiller François Chartier, CEO de Chartier World Lab, puso el broche final a la última jornada de ponencias con una cata sobre ‘La ciencia aromática de las armonías moleculares para magnificar los vinos de Castilla-La Mancha’. El sumiller aseguró que “los vinos de la región son muy buenos” y, sin embargo, tienen un precio muy bajo y ha indicado que “el reto es atraer a los jóvenes al mundo de la Cultura del Vino para que consuman este producto en las comidas”.
Chartier ha recordado que “los aromas son un mundo místico y tienen un gran impacto en nuestra mente”, además de evocarnos recuerdos y emociones que nos hacen viajar en el tiempo. Por ello, ha animado a los enólogos a hacer más análisis de la parte aromática para capturar el ADN aromático de sus vinos y así entenderlo mejor y mejorar la comunicación con el consumidor.
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