Reino Unido gastó más que nunca en vino español en 2023, con 356 millones de libras (+8%).
En un nuevo informe realizado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) y disponible gracias al acuerdo de colaboración con la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) se puede observar la evolución del vino español en los mercados. En concreto, valorando la situación en las Islas Británicas, vemos como el Reino Unido importó 1.233 millones de litros de vino en 2023 (-5,1%), su menor cantidad de los últimos 20 años, aunque realizó su segundo mayor gasto hasta la fecha, con 4.060 millones de libras (-0,4%), al comprar al precio más alto de la historia, tras subir un 5% hasta las 3,29 GBP/litro (ya subió mucho en 2022). Reino Unido cerró 2023 como segundo importador mundial de vino, tras Estados Unidos en valor y Alemania en volumen.
Por países de origen, España batió récords en valor, al precio más alto hasta ahora. También creció en volumen. Los cuatro primeros en valor (Francia, Italia, España y Nueva Zelanda) crecieron el pasado año, con fuerte pérdida de los 5 siguientes, mucho más suave para Portugal, décimo. En volumen, sólo Nueva Zelanda y, en menor medida, España y Francia, muestran una evolución positiva.
Francia (+2,1%) y España (+3,4%) rompieron con la caída global y ganan cuota como tercer
y cuarto proveedor, con 174 y 142 millones de litros, respectivamente. España creció por encima de los dos anteriores y refuerza su tercer puesto con 356 millones de libras (+8%), máximo histórico.
El vino espumoso español le quita cuota al italiano y al francés en 2023.
Situación del vino español en Irlanda
Otro informe similar, en este caso sobre Irlanda, muestra como la región irlandesa aumentó sus importaciones de vino un 5,3% en volumen y un 7,9% en valor en 2023 y gana cuota en un comercio mundial a la baja. Las compras fueron las segundas más elevadas hasta la fecha, con 88,6 millones de litros y 343,7 millones de euros, sólo por debajo del récord de 2020, cuando Irlanda disparó sus compras. El precio medio subió un 2,4% hasta los 3,88 €/litro, el más elevado desde el año 2005.
En cuento a España, nuestro país superó dos años después a Nueva Zelanda como cuarto vendedor en valor al crecer un 14,7% hasta los 34,3 millones de euros, por un descenso del 5,2% para el país neozelandés.
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