La Denominación de Origen Valdepeñas está a punto de recuperar su operatividad institucional tras un periodo de inactividad que ha durado cuatro años. En las próximas semanas se aprobará la renovación de sus estatutos, un paso para devolver estabilidad y prestigio a una de las figuras vitivinícolas más importantes de Castilla-La Mancha.
Un cambio esperado por todo el sector
La situación de bloqueo en la DO Valdepeñas ha sido motivo de preocupación desde hace años. La falta de consenso entre grandes bodegas y organizaciones agrarias derivó en la inactividad de su órgano interprofesional, paralizando decisiones estratégicas para la denominación y afectando a la confianza del consumidor.
Ahora, el vicepresidente segundo del Gobierno de Castilla‑La Mancha, José Manuel Caballero, ha anunciado que en las próximas semanas se aprobará la renovación de los estatutos de la Denominación de Origen Valdepeñas tras “cuatro años de parón”. La reciente confirmación de que se aprobarán los nuevos estatutos supone un hito que podría marcar el comienzo de una nueva etapa. Se trata de una demanda histórica del sector, que ahora parece encaminada hacia una gestión más transparente, representativa y técnica.
Un pasado reciente marcado por el conflicto
Desde 2021, la DO Valdepeñas ha estado en el centro de una crisis institucional sin precedentes. Las denuncias de fraude, la falta de auditorías fiables y la desconfianza entre productores y elaboradores minaron su funcionamiento interno. Incluso se llegó a suspender la comercialización bajo esta denominación por falta de garantías administrativas.
Ahora, con el archivo del caso judicial por presunta estafa y el compromiso político para restaurar el orden institucional, el escenario se presenta mucho más favorable.
Hacia una nueva DO Valdepeñas: más control y más consenso
El proceso de reactivación no se limita a una reforma de los estatutos. Supone también un cambio de enfoque en la gestión: reforzar los sistemas de trazabilidad, garantizar la calidad, restaurar la confianza del consumidor y volver a poner en valor los vinos de Valdepeñas en los mercados nacionales e internacionales.
Desde el Gobierno autonómico y las organizaciones agrarias implicadas se aboga por una mayor vigilancia en el cumplimiento de los nuevos mecanismos de control, y por una participación real de todos los actores del sector, grandes y pequeños, en la toma de decisiones.
A pesar de su crisis institucional, la DO Valdepeñas sigue siendo una de las más productivas de España, y forma parte de una comunidad autónoma que elabora el 9 % del vino del mundo y casi el 50 % del vino español. Reactivar su estructura interna permitirá proyectar mejor su enorme potencial productivo y comercial.