El sector vitivinícola en crisis: una llamada a la acción
El sector vitivinícola está atravesando una crisis sin precedentes. Según ASAJA, a pesar de una de las cosechas más bajas de la última década, los precios de la uva no han experimentado un aumento correspondiente. Incluso los vinos más prestigiosos, como los de la Denominación de Origen Calificada Rioja, han sufrido cotizaciones por debajo de los costes de producción.
Además de los bajos precios, el sector se enfrenta a un desequilibrio entre la producción y la comercialización de los vinos, principalmente tintos. Este desequilibrio se debe en gran medida a un consumo muy bajo, que este año ha caído un 6,5% respecto a 2022. A esto se suma el aumento desmesurado de los costes de producción, que no se ha visto compensado para los productores. Como resultado, muchas explotaciones vitícolas están dejando de ser rentables, poniendo en peligro su viabilidad futura.
Medidas estructurales
Ante esta situación, la sectorial vitivinícola de ASAJA considera ineludible la adopción de medidas estructurales para frenar esta preocupante coyuntura. Reclama a las administraciones, tanto central como comunitaria, la adopción de nuevas medidas y la flexibilización de las actuales de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV). Entre estas medidas se incluyen la promoción, la reestructuración y reconversión, la destilación de subproductos, las inversiones y la cosecha en verde. La sectorial incluso reclama la adopción de medidas nuevas, como el arranque de viñedo.
ASAJA también considera necesaria la adopción de medidas estructurales, como el arranque localizado, autorizado para el 9% de los viñedos de Burdeos en Francia; el incremento de las prestaciones vínicas del 10 al 15%, permitido por Bruselas; y, con el fin de adaptar la oferta a la demanda y obtener una mayor calidad en los vinos, disminuir el rendimiento de transformación de la uva.
Esperamos que estas medidas puedan ayudar a aliviar la crisis actual y asegurar un futuro sostenible para el sector vitivinícola. Los agricultores, que son el corazón de este sector, merecen un entorno en el que puedan prosperar.
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