La organización agraria Asaja calcula que la producción de uva se reducirá este año entre un 20 y un 25 % en Castilla-La Mancha, aunque contrariamente a lo que se venía apuntando la campaña de vendimia no se ha adelantado y el fruto no ha experimentado el aumento de grados que se vaticinaba.
Así lo ha indicado hoy en rueda de prensa el presidente de Asaja de Castilla-La Mancha, Fernando Villena, que ha dicho que ni la vendimia se ha adelantado «ni las condiciones son tan malas y tan buenas como se venía diciendo».
De hecho, se lleva una semana de retraso con respecto al año pasado en la maduración de las uvas y se está vendimiando una semana más tarde con un grado menos, ha señalado Villena, que ha subrayado que el calor que ha habido este año no ha hecho mella en la maduración ni tampoco en la subida de graduación del fruto.
No obstante, las condiciones meteorológicas que ha habido este año van a hacer que la producción descienda entre un 20 y un 25 % con respecto al año anterior, según estimaciones de Asaja, aunque de momento solo se están vendimiando variedades tempranas que se adelantan a las tradicionales como airén o tempranillo, ha añadido.
Aunque hasta septiembre no se conocerá el dato definitivo, las previsiones apuntan a que la campaña vitivinícola baje en 3 millones de hectolitros respecto a la de 2014, en la que se situó 25,2 millones de hectolitros de vino y mosto.
Según Villena, la reducción se debe a que la ola de calor del mes de mayo perjudicó la floración y después el verano caluroso que ha habido ha favorecido el desarrollo de las cepas en detrimento del fruto, aunque éste tiene calidad.
Por su parte, el secretario general de Asaja de Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha dicho que en la comunidad autónoma hay 440.000 hectáreas de viñedo, aunque no se puede comparar la situación de los viñedos de secano con los de regadío debido a las altas temperaturas y la sequía.
Fresneda ha avanzado que las perspectivas son positivas, porque las existencias en las bodegas no son «tan preocupantes» como en años anteriores y la calidad de la uva es muy buena, ya que el calor ha impedido que se hayan producido brotes de enfermedades como el mildiu, la botitris o el oidio.
En cuanto a los precios, aunque aún es prematuro, Fresneda ha indicado que en las variedades mejorantes son más altos que en las campañas anteriores y ha confiado en que haya un «equilibrio real entre el productor y la transformación».
El secretario regional de Asaja ha puntualizado que aproximadamente el 20 % de la producción será transformada por industriales y el 80 % restante por cooperativas y ha considerado que debe ser una campaña normal «si se hacen las cosas bien», que será rentable para los viticultores.
Tanto Fresneda como Villena han abogado porque haya una buena gestión, que debe comenzar en la elaboración de los vinos, y al respecto, han apuntado que se están empezando a notar los efectos positivos de la reestructuración del viñedo que se llevó a cabo a partir del año 2.000.
Villena ha confiado en que la reducción que se prevé con respecto a los 33 millones de hectolitros de vino y mosto que se elaboraron en la campaña 2013-2014, permita empezar a recuperar los niveles de precios, aumentar la calidad del producto y que la campaña sea rentable para los viticultores.
Por otra parte, y a preguntas de los periodistas, Fresneda y Villena han avanzado que probablemente habrá una reducción en el número de empleos que se generen este año en la vendimia, ya que el calor ha afectado principalmente al viñedo de secano, que es el que más mano de obra requiere.
Al respecto, Villena ha comentado que cada vez es mayor la mecanización, de forma que en algunas provincias ya se recolecta con medios mecánicos hasta el 50 % del viñedo, fundamentalmente del de regadío.
Fuente: EFE, Finanzas.com
