Murúa investiga sobre el aporte del roble americano al vino en función de su origen.
Tonelería Murúa ha liderado la investigación sobre los distintos aportes que el roble americano puede dar al vino en función de orígenes geográficos concretos en el Proyecto Origen.
Elena Ceca, consejera delegada y cuarta generación al frente de Tonelería Murúa, asegura que «la investigación es una pieza clave para nuestro desarrollo porque solo con este tipo de estudios podremos alcanzar la excelencia en la fabricación de barrica y entender y ofrecer alternativas a las bodegas».
El objetivo del proyecto es obtener un mayor conocimiento del aporte del roble al vino en función de su origen geográfico para poder elegir una zona u otra en función del vino que se quiere elaborar o de la uva de partida. Para ello, se han criado vinos en barricas procedentes de bosques de cuatro zonas geográficas de Estados Unidos: Misuri, Kentucky, Ohio y Pensilvania y se analiza cómo afectan los distintos orígenes a las características químicas y sensoriales de los vinos.
En una primera fase, antes de introducir el vino en la barrica, se han analizado en los vinos los parámetros enológicos de color, polifenoles y composición volátil. Las siguientes fases de análisis fueron a los 6 meses, a los 12 meses y a los 24 meses de crianza en barrica.
Conclusiones
Por un lado, el estudio determina que cada origen aporta su peculiaridad al vino, esta conclusión se refleja en el análisis de los datos donde cada origen de la barrica genera vinos de distintas composiciones químicas y perfil sensorial muy diferente afectando en mayor medida a la composición aromática respecto a la polifenólica.
Por otro lado, el efecto de las barricas de distintos orígenes sobre las sustancias fenólicas y volátiles del vino varió en función del tiempo de envejecimiento. Las barricas de Pensilvania y Misuri fueron más adecuadas para conseguir vinos más aromáticos y complejos a los 6 meses de crianza y con los valores de actividad olfativa (OAV) total más altos. El origen Kentucky y Misuri fueron los mejor valorado a los 12 meses, tanto en la fase olfativa como en la gustativa.
A los 24 meses de crianza, los vinos envejecidos en las barricas de Kentucky mostraron las concentraciones más altas de alcohol furfurílico, -metil- octalactonas, eugenol, compuestos furánicos y OAV de aromas relacionados con la madera, y el mayor contenido de estilbenos.
Bajo el título ‘Caracterización química y sensorial de vinos Tempranillo en barricas de roble Quercus Alba de diferentes orígenes geográficos’, el ya doctor Zhao Feng se ha apoyado en el estudio y las conclusiones de la investigación realizada bajo el paraguas del Proyecto Origen para realizar su tesis doctoral.
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