La patronal italiana del mosto, Federmosti, reclama mayor implicación de bodegas para informar al consumidor sobre el nuevo etiquetado electrónico del vino.
El debate sobre la transparencia en cuanto a los ingredientes del vino sigue ganando terreno en Europa. Durante la reciente asamblea de Federmosti y MUST —las asociaciones italiana y europea de productores de mosto concentrado y rectificado—, el foco se centró en la evolución del etiquetado del vino y en cómo el sector está respondiendo a las nuevas exigencias regulatorias y sociales.
El encuentro, celebrado en Italia, contó con un análisis detallado de una encuesta impulsada por Federmosti junto a la revista WineMag. Los resultados fueron claros: la presencia o ausencia de determinados ingredientes —como la sacarosa— influye directamente en la decisión de compra del consumidor.
Además, el estudio reflejó una tendencia común en toda Europa, la etiqueta tradicional ha dejado de ser suficiente. “El consumidor ya no se conforma con un diseño bonito o un eslogan”, explicó Marco Bertagni, presidente de Federmosti y MUST. “Quiere saber qué compra, con datos reales y accesibles. Por eso celebramos la obligación de declarar electrónicamente el uso de sacarosa o mosto concentrado: es un paso importante hacia la transparencia”.
Falta comunicación, el gran reto del nuevo etiquetado electrónico
Pese al avance que supone esta normativa, Bertagni advierte de que sin comunicación, la transparencia no sirve de nada. “Hemos conseguido un gran logro, pero los ciudadanos deben saber dónde encontrar esa información y por qué es relevante. De lo contrario, será una victoria vacía”, señaló.
Según el análisis presentado, las webs y redes sociales de muchas bodegas muestran una actitud demasiado pasiva. Faltan mensajes claros o campañas educativas que expliquen cómo usar las nuevas etiquetas electrónicas (e-labels) o qué tipo de información ofrecen.
“Durante la redacción de las normas observamos cierta resistencia, sobre todo en regiones donde se permite el enriquecimiento con azúcar”, recordó Bertagni. “Pero lo sorprendente ahora es que, a nivel europeo, apenas haya campañas para informar al consumidor. Muy pocos productores y asociaciones están comunicando activamente las ventajas de estas etiquetas”.
Un frente común por la transparencia
Para revertir esta situación, Federmosti, en colaboración con Federconsumatori, ha anunciado la creación en Italia de una mesa de trabajo conjunta junto con las tres principales federaciones del vino: Federvini, Unione Italiana Vini y Assoenologi.
El objetivo, impulsar la divulgación del nuevo etiquetado digital, ayudar a los consumidores a entender cómo acceder a la información y reforzar la confianza en el vino europeo. “La etiqueta electrónica no es una cuestión técnica”, afirmó Bertagni, “es una herramienta que devuelve poder de decisión al consumidor, basada en datos verificables y fiables”.
Fuente: Comunicado de prensa de Federmosti (Italia).
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