Feijóo plantea cuatro medidas para impulsar el sector del vino

La situación del sector ‘obliga’ a plantear una serie de propuestas según el líder popular.

El presidente nacional del PP ha reconocido que España es «el primer viñedo del mundo», con 940.000 hectáreas, plantadas, y es el segundo mayor productor de vino, y ha planteado una serie de medidas para impulsar un sector «que tiene problemas» que se han intensificado «en los últimos años».

Así, el líder nacional del PP, se ha referido, entre los problemas de este sector, a los aranceles a las exportaciones a EEUU, la pandemia, la crisis de las materias primas y los suministros, la guerra de Ucrania, las limitaciones del comercio con Rusia o la sequía y la baja producción. Por ello ha indicado que la situación de este sector «obliga» a plantear una serie de propuestas, concretamente cuatro.

Propuestas

Así, se ha referido a la necesidad de apoyar al sector para su internacionalización porque España es un país «excelente en producción de vino» y hay que exportar estos vinos «con el valor añadido y con los precios adecuados».

Asimismo, desde el PP se plantean nuevas campañas de promoción del vino, «campañas de consumo razonable» porque, según Núñez Feijóo, «hay que dejar de demonizar su consumo» que debe ser un consumo «razonable», al tiempo que ha recordado que el vino es un alimento «y por tanto se debe consumir de forma adecuada y no tratarlo con frivolidad».

Además, el líder de los ‘populares’ ha abogado por usar el vino «como reclamo turístico» que se debe maridar con los establecimiento rurales y con las rutas de enoturismo.

Y es que, según ha apuntado Núñez Feijóo «se trata de un sector económico que además tiene unos valores adicionales» como es mantener el medio rural, la población rural y luchar contra el cambio climático.

Durante su intervención ante los medios, el líder nacional del PP ha querido reconocer «a las miles de personas que están vendimiando en España» que «acreditan un trabajo duro y muy intenso».

TE PUEDE INTERESAR: Preocupación por la nueva ola de «prohibicionismo» en el sector del vino