Benedicto y Moribel, alternativas de uva a la Tempranillo.
En las últimas décadas, en muchas zonas vitícolas meridionales de la península sus producciones se están viendo seriamente afectadas como consecuencia del cambio climático, por lo que urge la búsqueda de alternativas que promuevan la sostenibilidad y rentabilidad futura del cultivo. Por esta razón, desde el Ivicam llevan varios años trabajando en investigaciones en las que se ha visto que, sin comprometer el rendimiento, varias variedades descendientes de la tempranillo, podrían ser más adecuadas para el cultivo bajo las condiciones de estrés térmico y sequía que serán cada vez más habituales en muchas comarcas vitivinícolas de la región.
Ya en el año 2020, según adelantó VinosCLM MEDIA, Castilla-La Mancha recuperaba ocho variedades de vid autóctonas que estaban a punto de desaparecer. Cinco de estas variedades —Churriago, Moribel, Albillo Dorado, Tinto Fragoso y Montonera— fueron añadidas al registro nacional, permitiendo su comercialización. Ahora, según un nuevo comunicado, los estudios han identificado dos variedades, Benedicto, considerada la «madre» del Tempranillo, y, en menor medida, Moribel, como prometedoras alternativas para el futuro.
En los últimos años, estudios específicos sobre tres variedades de vid, llevados a cabo en el marco de la tesis doctoral de Sergio Serrano Parra, titulada ‘Evaluación del comportamiento de diferentes variedades de vid cultivadas bajo condiciones de sequía’, han arrojado resultados reveladores.
Entre 2017 y 2020, otra publicación de José Pérez Navarro también analizó los resultados de los nuevos genotipos de uva tinta, revelando interesantes propiedades enológicas. Además, se atribuye la identificación y recuperación de la variedad Moribel a la zona de Madrigueras, en Albacete; la variedad Gallera Negra a la zona de Arrancapecas, en Cuenca; y la Tinta Fragoso a Cogolludo, en Guadalajara.
Según el comunicado reciente, aunque los vinos elaborados con las variedades Benedicto y Moribel comparten un perfil organoléptico similar al de Tempranillo, los catadores manifiestan una clara preferencia por los vinos de estas dos variedades, corroborando su incorporación al mercado como alternativas podría no solo preservar, sino incluso mejorar, las características de los actuales vinos Tempranillo obtenidos bajo condiciones ambientales limitantes.
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