Bruselas propone recortes en el presupuesto agrario y la eliminación del desarrollo rural como pilar independiente.
Aunque aún queda tiempo para la entrada en vigor de la próxima Política Agraria Común (PAC), que abarcará el periodo 2028-2034, el campo español se muestra inquieto. Agricultores y ganaderos temen que se concrete el histórico recorte presupuestario planteado por la Comisión Europea, que podría alcanzar hasta un 22%.
La alarma saltó a mediados de año, cuando Bruselas propuso una redistribución del gasto comunitario que da prioridad a nuevas políticas de seguridad y defensa, en detrimento de otras partidas clave como la PAC. Además, se plantea una reestructuración de los fondos actuales, donde desaparecerían las ayudas del segundo pilar (desarrollo rural), integrándolas en programas más centralizados y parcialmente gestionados por los Estados miembros.
Cuántos fondos pierde España
España, según esta nueva configuración, recibiría a partir de 2027 una asignación total de 88.100 millones de euros, de los cuales 79.900 millones se destinarían a fondos agrícolas, pesqueros y programas regionales. Una cifra inferior a los cerca de 100.000 millones del ciclo anterior.
El Parlamento Europeo ya ha manifestado su oposición a esta propuesta y ha aprobado un informe que rechaza la fusión de los fondos de la PAC con otras partidas presupuestarias.
Reacciones del sector
Desde la reactivación del curso político en septiembre, organizaciones agrarias e instituciones políticas han intensificado su oposición, advirtiendo del impacto negativo que tendría esta reforma para el campo español. La eliminación del Pilar 2 supondría un duro golpe para programas como el relevo generacional, la agricultura ecológica y la lucha contra la despoblación rural. Los jubilados propietarios de explotaciones agrarias también se verían perjudicados.
El Ministerio de Agricultura ha expresado su “decepción” con la propuesta comunitaria. Critican que el debate sobre los fondos de la PAC esté teniendo lugar en el marco de la Comisión de Hacienda, sin la participación de los ministros de Agricultura europeos. “Son ellos quienes conocen de primera mano las necesidades del sector agropecuario y quienes deberían liderar estas negociaciones”, insisten desde el ministerio.
Castilla-La Mancha ante la futura PAC
Desde Castilla-La Mancha, la Consejería de Agricultura ya ha anunciado que buscará aliados europeos para frenar la propuesta. En colaboración con las organizaciones agrarias, la región elaborará una propuesta alternativa para definir las nuevas reglas de la PAC.
Desde el Gobierno regional recuerdan que, sólo en la presente legislatura, 1.552 jóvenes han iniciado su actividad agraria, lo que demuestra el riesgo que supondría retirar los fondos que apoyan este tipo de emprendimiento.
Además, el Gobierno autonómico ha iniciado una ronda de contactos con las principales organizaciones del sector. En la primera jornada de trabajo con UPA, se abordó la preocupación por la insuficiente dotación financiera prevista y por la voluntariedad de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV). El borrador actual no establece la obligatoriedad de implementar esta herramienta, lo que podría traducirse en una nueva pérdida de fondos para sectores estratégicos como el vitivinícola, especialmente en regiones como Castilla-La Mancha.
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