COAG pide a la AICA que actúe de oficio ante los precios por debajo de costes de producción.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha instado a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) a llevar a cabo inspecciones de manera proactiva y extensa en relación con los acuerdos de compra-venta de uva destinada a la vinificación, los cuales han sido presentados por las principales bodegas de renombre.
Más allá de la innegable escalada de los costes de producción para los viticultores y la previsión de una cosecha considerablemente reducida, marcando su nivel más bajo de la última década, es alarmante que los precios propuestos para la uva estén significativamente por debajo de los costes de producción, lo cual constituye una infracción de la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria. En función de la región y la variedad de uva en cuestión, los precios presentados reflejan disminuciones de hasta un 30% con respecto al año 2022.
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Con estas cotizaciones, según los cálculos realizados por los Servicios Técnicos de COAG, un viticultor tipo perdería de media en torno a los 900 euros por hectárea en el caso de uva blanca airén y 1.200€ en tinta tempranillo. Los costes de producción se elevan a 0,43€/kg para la variedad blanca airén y 0,52€/kg para la tinta tempranilla, muy por encima de los precios presentados (0,20€/kg para blanca airén y 0,36€/kg para tinta tempranillo).
“Es intolerable que las grandes bodegas se salten a la torera la ley y obliguen a los agricultores a vendimiar a pérdidas. No vamos a consentir ni que haya viticultores que no tengan donde entregar sus uvas, ni que a otros les obliguen a firmar contratos a sabiendas de que sus costes de producción no se cubren con los precios ofertados. Sacar adelante uvas de calidad no se puede hacer a cualquier precio”, ha subrayado el responsable del sector vitivinícola de COAG, Joaquín Vizcaino.