Los agricultores temen que el coronavirus les complique contratar jornaleros para la campaña de vendimia.
A las puertas del comienzo de la nueva temporada de vendimia los agricultores temen que la crisis del coronavirus pueda perjudicar aún más la situación que vive el sector agrario.
Y es que aún es una incógnita cómo el coronavirus estará presente en nuestro entorno durante las próximas semanas o meses sin tener confirmada aún una vacuna. A la preocupación de los agricultores por el posible precio de la uva en un año marcado por los aranceles de EEUU, el Brexit y la pandemia, se suma la situación a la que se pueden enfrentar durante la vendimia para cumplir los protocolos de seguridad marcados por las autoridades sanitarias.
Los desplazamientos
Ya se han visto que alguno de los rebrotes que se han producido en nuestro país provienen de focos originados en el campo en grupos de temporeros. Y es que los temporeros trabajan a lo largo del año en la recolección de diferentes campañas desplazándose entre provincias y comunidades según la época de recolección, ya sea la fresa, el melón o el ajo por ejemplo.
Aunque gran parte del viñedo ha pasado a estar mecanizado, aún muchas familias y bodegas disponen de viñedo en vaso teniendo que ser recolectado a mano. Esto supone el consiguiente riesgo de contagio que se pueda dar, no solo trabajando en el campo, también por la posible convivencia en casas de alojamiento con personas de diferentes familias.
Preocupación real
Esta semana ya se ha oído a varios propietarios expresar su preocupación ante la llegada de la vendimia y el coronavirus. Aún no sabemos en 1 o 2 meses en qué situación nos encontraremos, qué medidas se habrán tomado y sobre todo, si los jornaleros estarán dispuestos a trabajar según en qué condiciones. Una preocupación como decimos que afecta a los viñedos en vaso, que aunque cada vez hay una menor superficie, aún representa una gran parte de nuestro territorio.
Solo en Castilla La Macha, donde se concentra el 50% de la producción nacional de uva, se requerirán cerca de 30.000 trabajadores para ayudar en la vendimia según organizaciones agrarias.
En septiembre y octubre las temperaturas suelen bajar y si se confirma la transmisión del virus en esas condiciones podríamos estar en un momento más peligroso que ahora, según explican desde el departamento del sector vitivinícola en la asociación agraria COAG.
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