Con 368.100 hectáreas, el viñedo de regadío supone el 38,6% de la superficie de viñedo total, frente al 22,1% que suponía en 2004.
Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha es la que mayor superficie de viñedo en regadío tiene, con 230.444 hectáreas en 2017, que suponen el 62,6% de la superficie total en regadío. Baleares y Navarra son las únicas comunidades con más del 50% de su superficie de viñedo en regadío.
El sistema de riego localizado es el de mayor implantación, suponiendo el 96,4% de la superficie total de viñedo de regadío. Los sistemas de gravedad, aspersión y automotriz, presentan un claro descenso en el viñedo.
Los resultados que se ofrecen en este informe caracterizan el regadío en España, gracias al establecimiento de relaciones entre los principales sistemas de riego utilizados en la agricultura española a los niveles sectorial y territorial, mediante el análisis de los principales grupos de cultivo en regadío y al estudio de la distribución territorial de dichos sistemas de riego en aquellas Comunidades Autónomas donde la superficie irrigada tiene especial importancia.
Los viñedos se riegan casi exclusivamente con riego localizado. Más del 94% de sus superficies regadas lo están bajo esta modalidad.
El viñedo de transformación es junto con el olivar el cultivo donde mayoritariamente se han venido implantando sistemas de riego localizado. El sistema por gravedad, a pesar de las fluctuaciones de los últimos años, ha perdido un 14,40% respecto al promedio de superficie regada en los diez años anteriores, representando en la actualidad solo el 1,59% de la superficie de regadío del viñedo en España. Los sistemas de aspersión y automotriz están en claro descenso en el viñedo, si bien en 2017 parecen repuntar algo seguramente debido a la grave sequía arrastrada en la campaña.
Castilla La Mancha en todos los cultivos
Castilla – La Mancha es la segunda Comunidad Autónoma, por detrás de Andalucía que presenta mayor superficie regada bajo la modalidad de sistema localizado (329.770 ha) y es concretamente el cultivo del viñedo el que tiene mayor superficie con 227.577 hectáreas bajo este sistema de riego. En el 2017 sigue la tendencia alcista de los últimos años de este sistema de riego, solo rota en 2008. El riego por gravedad ha resurgido desde el año 2009 marcando una tendencia ascendente hasta la pasada campaña. El resto de sistemas acusan un descenso paulatino. Porcentualmente es el riego por aspersión el que en los últimos once años acusa un mayor descenso. En Castilla – La Mancha se riega un 6,80% de su superficie geográfica y un 14,52% de la cultivada.
En Castilla – La Mancha los cultivos de viñedo, olivar, cebada de 2 carreras, trigo blando y maíz representan el 70,98% de la superficie de regadío. El cultivo del viñedo tiende a igualar su superficie en secano y regadío, los cereales sin embargo son muy minoritarios en lo que a su superficie regada se refiere no alcanzando el 8% de la total, el olivar tan solo presenta un 12,19% de superficie regada mientras que el maíz supera el 96% de superficie en regadío.
Tipos de regadíos
Con el fin de mejorar la información que proporciona ESYRCE en cuanto a sistemas de cultivo, desde al año 2000 las parcelas de regadío se tipifican en función de la modalidad del sistema de riego de acuerdo con la siguiente clasificación:
- Tipo 1: Riego por superficie o gravedad. Se caracteriza por el reparto de agua en la superficie de la parcela aprovechando la fuerza de la gravedad. El agua utiliza dicha superficie como sistema de distribución. Son modalidades de este tipo de riego el riego a manta, en surcos, alcorques, etc. La canalización de la acometida del agua hasta la parcela es fija.
- Tipo 2: Riego por aspersión. Se caracteriza por la distribución del agua mediante tuberías a alta presión hasta los mecanismos de aspersión. Este sistema de distribución suele ser de carácter fijo, siendo, generalmente, completo el recubrimiento de la parcela, o portátil, efectuándose el riego de la parcela por sectores.
- Tipo 3: Riego de tipo automotriz. Se caracteriza por la distribución del agua mediante tuberías a alta presión hasta los mecanismos de aspersión que se desplazan de forma autónoma. Se incluyen en esta modalidad los sistemas basados en mecanismos tipo pívot y automotrices. La diferencia con el tipo fijo radica en la movilidad del aspersor.
- Tipo 4: Riego localizado. Puede ser por goteo, en este caso el agua se distribuye en el suelo a través de orificios emisores o goteros. Suele tener un carácter fijo, pudiendo estar enterrado el sistema principal de distribución. Se incluye en este tipo la microaspersión y similares.
Análisis de los Regadíos Españoles Año 2017 (MAPAMA)
Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE)
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