El consumo de vino en alimentación baja casi un 50% en los últimos 25 años.
El vino pierde terreno en la cesta de la compra de los hogares españoles. Ninguna sorpresa. Así lo confirma un informe de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), que analizó la evolución de las cifras de consumo de vino en casa de los españoles, o lo que es lo mismo, en el canal alimentación entre 1999 y 2024. En ese periodo, el volumen de vino consumido en este canal ha caído casi un 50%, pasando de los 606 millones de litros en 1999 a solo 323,3 millones en 2024.
Pese a esta importante, y drástica, reducción en volumen, el valor total de las compras ha aumentado hasta alcanzar los 1.150,2 millones de euros, un 1,3% más que en 2023. Este dato refleja un cambio de hábito significativo: se consume menos, pero se elige mejor. El precio medio del litro de vino en alimentación se ha incrementado un 3,9% en el último año, hasta los 3,56 euros.
Cifras de consumo de vino en casa: menos cantidad, más calidad
En el arranque del siglo XXI, los vinos sin Denominación de Origen Protegida (DOP) dominaban el mercado, con 481 millones de litros vendidos frente a apenas 81 millones de los vinos con DOP. Dos décadas después, la situación ha cambiado radicalmente. En 2024, el consumo de vinos sin DOP se situó en 135,6 millones de litros, prácticamente igualado con los 129,8 millones de litros de vinos con DOP.
Este cambio refleja una clara preferencia del consumidor por productos de mayor valor añadido, aunque el vino con DOP sigue representando una parte menor en volumen, sí lidera en valor económico, con un 57% del total del gasto en vino del canal alimentación.
Los tintos siguen mandando, pero los blancos y rosados ganan espacio
El vino tinto continúa siendo el más consumido, con 83,1 millones de litros de vino con DOP en 2024, aunque esta cifra representa una caída del 4,1% respecto al año anterior. Los blancos, con 38,3 millones de litros, caen un 1%, mientras que los rosados con DOP protagonizan el mayor crecimiento, con un repunte del 27,7% en volumen.
También en los vinos sin DOP, el tinto se mantiene estable, mientras que los blancos crecen un 4,2%. Por el contrario, los rosados sin DOP se desploman un 39% en volumen y un 33% en valor.
La botella de 75 cl, la reina del lineal
En cuanto a los formatos, la botella de 75 centilitros sigue siendo el envase más utilizado, con un 60,5% del volumen y el 84% del valor total. Le siguen los envases de más de un litro, donde destaca el crecimiento del formato bag-in-box, que aumentó un 5,6% en volumen y un 15,7% en valor. Por contra, los vinos en cartón de un litro registran caídas significativas, confirmando una tendencia hacia envases más premium.
Un producto que pierde presencia
Aunque el vino mantiene un peso relevante en valor dentro del mercado de bebidas (18,6%), su presencia en volumen es mucho menor (5,2%). El consumo per cápita en 2024 fue de solo 6,9 litros, un 3,7% menos que en 2023.
Mientras tanto, la cerveza domina el canal alimentación con más del doble de volumen vendido que el vino, y las bebidas espirituosas y la sidra mantienen un comportamiento dispar.
El informe de la OIVE deja claro que el consumo de vino en el hogar sigue descendiendo en cantidad, aunque se revaloriza en calidad.
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