Las organizaciones firmantes piden a la Unión Europea estar a la altura de los retos a los que se enfrenta el sector.
Las organizaciones profesionales vitivinícolas españolas, francesas e italianas presentan una declaración conjunta en relación a la complicada situación del mercado, las herramientas y medios económicos puestos a su disposición por los poderes públicos para ayudar a todos los agentes de la cadena de valor del vino y también, en relación a ciertas propuestas legislativas de la Comisión Europea.
Las organizaciones consideran que la Unión Europea y los Estados Miembros deben apoyar más firmemente al sector vitivinícola europeo, que está sufriendo desde hace tiempo las consecuencias económicas de las tensiones comerciales, del cierre del canal HORECA y de la anulación de eventos en todos los países, y también, más recientemente las consecuencias de unas heladas históricas en plena brotación del viñedo en numerosos países de la Unión, todo ello haciendo frente a una fuerte demanda de la sociedad hacía todavía una mayor sostenibilidad.
La Comisión debe mantener en aplicación las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis del Covid-19 e introducir instrumentos para relanzar la demanda interna y externa, poniendo a disposición de los EEMM fondos adicionales extraordinarios y suficientes para el sector vitivinícola dedicados tanto a la gestión de esta crisis en el corto plazo, como al acompañamiento de la recuperación en una perspectiva a medio plazo, a nivel de inversiones, pero también de promoción.
Por otra parte, se necesitan medidas urgentes de flexibilización, por ejemplo, en materia de reestructuración, inversiones, promoción y de duración de la validez de las autorizaciones de plantación, que deben prolongarse para permitir a los productores su utilización cuando la situación económica les permita reinvertir.
La reforma de la PAC
Las organizaciones señalan que las negociaciones relativas al sector vitivinícola han permitido avanzar positivamente preservando una reglamentación específica y el mantenimiento de un programa de apoyo al sector vitivinícola, entre otras cuestiones.
Sin embargo, las organizaciones lamentan la reducción del presupuesto de este programa de apoyo en un momento en el que la crisis golpea al sector y en el que se exigen nuevas inversiones en el marco de la transición al nuevo enfoque de la normativa. Debe abordarse como reto importante el garantizar la seguridad jurídica al sector en la transición entre programaciones en 2023.
El vino, símbolo de Europa
Las acciones propuestas por la Comisión en el marco de las Estrategias Farm to Fork, Biodiversidad o el Plan de la UE de lucha contra el cáncer se inscriben en una lógica positiva que acogemos favorablemente: mejorar la calidad de nuestros productos y la protección de la salud de los ciudadanos. No obstante, no podemos compartir que se trate de estigmatizar a los productos del sector e incluirlos en listas de productos
dañinos o prohibidos, o que se vete el acceso de los mismos a ciertas líneas de ayudas.
El vino es un producto que forma parte de la historia, cultura y tradiciones europeas, ligado fuertemente al territorio, con un peso económico de gran importancia para la Unión europea. Forma parte integrante de la dieta mediterránea calificada por la Organización Mundial de la Salud como de las más saludables del planeta y reconocida como patrimonio inmaterial de la humanidad. Somos defensores y fomentamos el
consumo moderado de vino, como sector responsable.
Organizaciones firmantes
ESPAÑA: AEVE, ASAJA, CECRV, COAG, COOPERATIVAS AGROALIMENTARIAS, FEV, INTERPROFESIONAL VINO DE ESPAÑA, UPA.
FRANCIA : CONFEDERATION DES VINS IGP DE FRANCE, LA COOPERATION AGRICOLE – VIGNERONS COOPERATEURS, FNSEA, VIGNERONS INDEPENDANTS.
ITALIA: ALLEANZA DELLE COOPERATIVE ITALIANE AGROALIMENTARE, ASSODISTIL, CIA,
CONFAGRICOLTURA, COLDIRETTI, FEDERDOC, FEDERVINI, FIVI, UNIONE ITALIANA VINI.