El mayor consumo de aceite de oliva virgen extra, café, vino y nueces, todos ellos alimentos muy ricos en polifenoles, mostraban menor deterioro cognitivo que aquellos que no consumían estos alimentos.
Las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares son los problemas más importantes de salud pública en las sociedades modernas.
El infarto cerebral, conocido como ictus, se ha convertido en la principal causa de muerte entre las españolas, por encima del cáncer de mama, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Coincidiendo con el Día Mundial del Ictus, el 29 de octubre, cabe recordar que a pesar de que las investigaciones científicas han conseguido reducir considerablemente la mortandad y las consecuencias irreversibles de estas dos patologías, lo cierto es que la prevención es la mejor arma para combatir el deterioro de nuestro cerebro.
Además, en el caso del vino en el contexto de la dieta mediterránea, la elevada presencia de antioxidantes en su composición reduce la inflamación, impiden que las arterias se endurezcan e inhiben la coagulación, lo que mejoraría el riego sanguíneo.
También se ha demostrado que los polifenoles, presentes en esta bebida, son muy buenos para mejorar positivamente la cognición de nuestro cerebro y conseguir mejorar nuestro estado de ánimo y, en consecuencia, reducir la angustia, la ansiedad y la posibilidad de sufrir depresiones.
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