El Comité Europeo de Empresas del Vino celebra el aplazamiento, que evita costes adicionales y protege la unidad del mercado único frente a normativas unilaterales.
La nueva normativa irlandesa sobre el etiquetado de bebidas alcohólicas, que debía entrar en vigor en mayo de 2026, no se aplicará hasta 2028. Así lo ha anunciado recientemente el Gobierno de Irlanda, desatando el alivio entre los productores europeos de vino, especialmente en el seno del Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV), que llevaba años alertando de las consecuencias de esta medida.
El texto legislativo impulsado por Dublín contemplaba la incorporación de advertencias sanitarias específicas en el etiquetado de todas las bebidas alcohólicas. Una norma que, según el CEEV, amenazaba con fragmentar el mercado único europeo, elevando los costes y las trabas administrativas para las bodegas, especialmente las pequeñas y medianas.
“La aplicación unilateral de esta norma habría supuesto costes y cargas administrativas considerables, sobre todo para pequeñas y medianas bodegas”, ha subrayado Marzia Varvaglione, presidenta del CEEV. A su juicio, la armonización legal en cuestiones de salud pública debe abordarse desde una perspectiva comunitaria, no país por país, para evitar distorsiones y confusión entre los consumidores.
La organización recuerda que ya en 2022 presentó una queja formal ante la Comisión Europea, cuestionando la legalidad de la normativa irlandesa. Ignacio Sánchez Recarte, secretario general del CEEV, señala que desde el principio existían serias dudas sobre la proporcionalidad de esta medida. El aplazamiento, considera, abre la puerta a repensar cómo ofrecer información clara al consumidor sin dinamitar la unidad del mercado.
Desde el CEEV insisten en la necesidad de contar con reglas claras, coherentes y armonizadas para que el vino europeo siga siendo competitivo en un entorno global cada vez más incierto. Para el sector, cualquier avance en materia de salud pública debe ir acompañado de un diálogo legal riguroso que tenga en cuenta el impacto económico y comercial.
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