Las Palmas de Gran Canaria, un entorno con sabor a vino
Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad que ofrece mucho más que sol y playa. Su riqueza cultural, histórica y natural se complementa con una tradición vinícola que sorprende a los visitantes. En su entorno se producen vinos únicos, con aromas dulces y notas volcánicas, que se elaboran con variedades autóctonas y adaptadas al clima y al suelo de la isla.
Para descubrir estos vinos, nada mejor que una ruta enológica por Las Palmas de Gran Canaria, que combina el paseo por sus barrios más emblemáticos con las visitas a los mercados, las viñas y las bodegas locales. Una experiencia que permite conocer la historia, la gastronomía y la cultura de la ciudad a través de sus caldos.
La ruta comienza en el Mercado de Vegueta, el más antiguo de la ciudad, donde se puede degustar una gran variedad de productos locales y sabores de todo el mundo. En el puesto Canary Wine se puede catar una selección de más de 300 vinos de la isla, incluyendo algunos de pequeñas bodegas familiares que no se encuentran en otros lugares.
Después de recorrer las calles de Vegueta, el casco histórico de la ciudad, donde se pueden admirar edificios como la Catedral, la Casa de Colón o el Museo Canario, la ruta continúa hacia Tafira, una zona verde donde se ubican los viñedos de Las Palmas de Gran Canaria. Allí se encuentran dos de los iconos de la ciudad: el Jardín Botánico Viera y Clavijo, el mayor de España, y la Caldera de Bandama, un impresionante cráter volcánico donde crecen cepas centenarias y nuevas.
En Tafira se pueden visitar algunas de las bodegas más representativas de la ciudad, como la Bodega Los Lirios, con más de un siglo de historia, o la Enoteca El Zarzillo, que ofrece una propuesta gastronómica que fusiona los productos locales con los sabores internacionales. En estas bodegas se puede conocer el proceso de elaboración de los vinos, desde la vendimia hasta el embotellado, y degustar sus diferentes variedades, como los tintos, los blancos y los semidulces.
La ruta enológica por Las Palmas de Gran Canaria es una forma diferente de disfrutar de la ciudad, que invita a descubrir su patrimonio, su naturaleza y su gastronomía a través de sus vinos. Una propuesta que no dejará indiferente a ningún amante del turismo enológico.