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lunes 7, octubre, 2024

Un robot para podar el viñedo

ROBOTRIM, el sistema de poda automática para vides.

Robotrim, un robot para podar el viñedo que se basa en un sistema de poda automática de la vid, comprendiendo su circulación autónoma por la extensión de las vides y la ejecución del corte para realizar las labores de poda (supresión total o parcial de sarmientos, hojas, racimos u otras partes vegetativas de la planta). Su desarrollo se ha llevado a cabo dentro de un proyecto en el que participan FEMAC (cluster de la maquinaria y los medios de producción agrícola y que se ha encargado de su gestión), Grupo Cordorniu (ha facilitado su conocimiento sobre los procesos de poda y los medios para realizar las pruebas de campo), Atria Innovation (desarrollo del sistema de visión), TEYME (ha realizado el diseño del chasis del sistema) y Vernis Motors (ha proporcionado los motores y baterías).

El desarrollo de Robotrim se ha acometido a cabo en varias partes. La primera de ellas se ha centrado en el diseño de un algoritmo para que el robot móvil se desplace de forma óptima por la finca vitícola y haga el trabajo de poda como si fuera un operario podador. En esta fase, se han estudiado las áreas a podar, construyendo un soporte para cámara para tomar las fotos del área de interés. Las imágenes se han tratado con una cámara 2D, además de emplearse tecnología 3D para concretar las coordenadas de los puntos de corte. También se ha determinado el software que se va a utilizar durante el proceso.

Posteriormente, se ha diseñado el robot móvil en el que se ha incorporado el sistema de visión que detecta, mediante algoritmos de procesamiento de imágenes, los puntos de corte para cada tipo de vid. Además, Robotrim cuenta con un chasis en forma de arco para que se pueda introducir a ambos lados de la vid, dejándola en medio, y poder desplazarse a lo largo de ella. El sistema también incluye un brazo robótico en cuyo extremo se coloca la tijera para realizar la poda, teniendo las dimensiones suficientes para alcanzar las distintas posiciones y realizar los cortes de las ramas con precisión. De este modo, el sistema de visión localiza estos puntos de corte en 3D, enviando las coordenadas al brazo robótico que se posiciona según esa información para hacer la poda automática. Robotrim, cuyos equipos deben estar perfectamente calibrados entre sí, también cuenta con un conjunto de baterías y motores para su movimiento autónomo.

El impacto de Robotrim

Con Robotrim se pretende incorporar las últimas tecnologías al sector agrario con el fin de realizar los trabajos de poda y pre-poda en las viñas, mejorar la productividad y solventar la escasez de mano de obra, así como optimizar las condiciones de trabajo. Conseguir estos objetivos va a tener una serie de impactos positivos en el sector. Las primeras estimaciones apuntan a una reducción de hasta un 25% del coste de producción por kilo de uva recolectado.

Un robot para podar el viñedo que también permitirá disminuir el promedio de días de poda al poder utilizarse el sistema durante una jornada laboral más larga que la de una persona, ya que Robotrim está preparado para trabajar durante las 24 horas con cambio de baterías.

Otros impactos positivos son la mejora de la calidad de la uva al modelizar el sistema de poda y la reducción de los costes de producción en general, lo que repercute a su vez en el coste final del producto. Otros beneficios son controlar mejor la salida al mercado de los productos finales gracias a la aceleración de los procesos en el viñedo y reducirse el tiempo global de poda.

Una noticia de Eva Sereno en eleconomista.es.

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