El enoturismo como alternativa a las vacaciones tras el coronavirus.
Entrado junio y con el avance en la desescalada tras el confinamiento, la vida diaria poco a poco vuelve a ser muy parecida a la de antes del coronavirus.
Llegamos al verano aún con incertidumbre y con muchas incógnitas en cuanto al planteamiento de las vacaciones y turismo. La preocupación de muchos está sobre la asistencia a lugares masificados por lo que coge cada vez mas fuerza el turismo de interior, la montaña, el pueblo, lo rural….. y aquí el enoturismo tiene mucho que mostrar.
Según el duodécimo Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino asociado a las Rutas del Vino de España y publicado por Acevin, los datos para el sector enoturistico son positivos. Estos datos pertenecen al turismo enológico de 2019 y reafirma el crecimiento tanto de la oferta turística como del número de visitantes y el impacto económico.
Respecto al año 2018 el impacto económico fue de 85 millones de euros lo que supone un crecimiento del 5,68%. Esto es volumen de negocio exclusivamente (sin contar hostelería, comercio, alojamiento…) por visitas a bodegas y museos pertenecientes a las Rutas del Vino de España.
El enoturismo se afianza como una opción de turismo vacacional interesante para el mercado nacional. Aporta equilibrio territorial del país y potencia el turismo rural impulsando la economía local de zonas más desfavorecidas.
Rutas del Vino de Castilla La Mancha
En Castilla La Mancha podemos disfrutar del enoturismo a través de la Ruta del Vino de La Mancha, Ruta del Vino de Valdepeñas o Ruta del Vino de La Manchuela. Igualmente la DO Uclés y DO Méntrida-Vinos de Toledo ofrecen actividades y visitas a bodegas que encajan con el turismo rural y gastronomía de la zona.
En este artículo os dejamos 8 lugares para hacer enoturismo en Castilla La Mancha, municipios con historia dónde la gastronomía y el vino se unen para disfrutar de experiencias diferentes.