La UE autoriza los sellos Fire Wine y Fire Product para reconocer la lucha contra incendios.
Este verano, el fuego ha vuelto a arrasar miles de hectáreas en España, dejando un paisaje desolador y un mensaje claro: necesitamos cambiar nuestra forma de convivir con el territorio. Galicia, Castilla y León, Andalucía… son las regiones que este año han librado una temporada marcada por incendios cada vez más intensos y difíciles de controlar. Pero en medio de este escenario, también surgen respuestas. El campo, lejos de ser sólo víctima del cambio climático, empieza a ser visto como parte de la solución.
Con este enfoque, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) ha aprobado la creación de dos nuevas marcas que reconocen precisamente a los productores que apuestan por esa gestión activa del paisaje: Fire Wine Resilient Landscape y Fire Product Resilient Landscape.
Ambas certificaciones buscan dar valor y visibilidad a las fincas agrícolas de la UE que contribuyen a la prevención de incendios forestales mediante una planificación que convierte sus cultivos en auténticos “cortafuegos productivos”. La aprobación llega dos años después de la presentación oficial de la iniciativa Fire Wine y tras un periodo de investigación técnica sobre las condiciones de localización y manejo agrario necesarias para cumplir con los estándares ecológicos y preventivos.
La marca Fire Wine Resilient Landscape se dirige de forma específica al sector vitivinícola, mientras que Fire Product Resilient Landscape abarca otras producciones primarias como el aceite de oliva, frutales, trufa o hortalizas.
Además, el sistema de certificación permitirá la adhesión colectiva, lo que abre la puerta a que Denominaciones de Origen, cooperativas, agrupaciones de viticultores o territorios completos puedan acogerse a la marca, reforzando su identidad sostenible y su compromiso ambiental.
Según Europa Press, la medida se enmarca en el proyecto europeo Fire-Res, una iniciativa financiada dentro del programa Horizon 2020, que impulsa soluciones tecnológicas, sociales y económicas para reducir el riesgo de incendios a gran escala. El proyecto está coordinado por el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC), que ha sido clave en el desarrollo científico de esta certificación.
Con esta nueva etiqueta, la Unión Europea pretende reconocer el papel activo de la agricultura en la defensa frente al fuego, promoviendo una gestión del territoro más resiliente, capaz de proteger la biodiversidad, el paisaje y la vida rural.
TE PUEDE INTERESAR: Irlanda retrasa el nuevo etiquetado del alcohol hasta 2028 y el sector vitivinícola europeo respira

















