Qué ver en el municipio de las 4000 cuevas subterráneas
En sus inicios, Tomelloso fue testigo de la rica interacción de diversas culturas, desde los romanos hasta los árabes, cuyo legado se refleja actualmente en la arquitectura y tradiciones de la ciudad. Sin embargo, el verdadero crecimiento económico de Tomelloso tuvo lugar en el siglo XVIII, cuando la industria vinícola se estableció como el pilar fundamental de su desarrollo. Este período marcó el inicio de una intensa relación entre la tierra y la vid, configurando el paisaje con extensos viñedos que, con el tiempo, se convertirían en el distintivo visual de la región. En este artículo te vamos a mostrar qué ver en Tomelloso en una visita enoturística o de turismo rural.
La producción de vino no solo se convirtió en una actividad económica destacada, sino que también se arraigó en la identidad cultural de Tomelloso, consolidándola como un destacado centro vinícola. Explorar los rincones de Tomelloso es sumergirse en esta rica historia. Cada bodega cuenta una historia única y cada cueva revela los valores arraigados en la tradición vinícola de la región.
Qué ver en Tomelloso
Entre los atractivos turísticos de Tomelloso se encuentra la Posada de los Portales, un edificio emblemático del siglo XVIII declarado monumento histórico-artístico. En sus orígenes, la Posada era una típica venta manchega que ha conservado su estructura original con un patio-corral, caracterizado por su distintiva cúpula castiza y las vigas de madera en el techo. Estos elementos son representativos de la arquitectura tradicional manchega.
También puedes visitar las Chimeneas que formaban parte de alcoholeras, hoy declaradas bienes a conservar, que son una muestra de arqueología industrial. Las imponentes chimeneas, algunas superando los 20 metros de altura, se alineaban junto a las majestuosas torres de destilación, desempeñando la crucial función de dirigir el humo generado por las extensas calderas. La elevada altura de las chimeneas generaba una potente corriente ascendente, evitando que el humo se depositara y ensuciara el entorno. Por otro lado, las chimeneas de menor estatura, inferiores a los 20 metros, se encargaban de evacuar el humo producido por los pequeños dispositivos dedicados a la obtención de aguardientes. Alrededor de 1950, Tomelloso albergaba 60 destilerías con hasta 100 chimeneas. En la actualidad se conservan 19 de gran tamaño y 13 de menor altura.
¿Qué más puedes ver en Tomelloso? Otros sitios que merecen un alto en el camino son: el Museo del Carro y Aperos de Labranza, el Museo Antonio López Torres, el Museo del Arte Contemporáneo Infanta Elena o el Museo y Santuario Virgen de las Viñas, entre otros.
Por último y no menos importante, si te interesa la historia, puedes preguntar por las 4.000 cuevas que pueblan el subsuelo de Tomelloso. Numerosas de estas cuevas preservan las clásicas tinajas de barro y diversos utensilios esenciales para la producción vinícola. Estas estructuras subterráneas surgieron en respuesta a las crecientes demandas de elaboración y almacenamiento de vino en la región.
Qué comer en Tomelloso
La cocina manchega se caracteriza por su sencillez, su variedad y su sabor, basada en los productos de la tierra y el trabajo del campo. Tomelloso, como parte de esta región, tiene una gastronomía propia que refleja su identidad, su historia y su tradición. Si buscamos platos típicos y tradicionales debemos probar tres clásicos: las gachas, las migas y la caldereta de cordero.
Las gachas se cocinan con aceite, agua, ajos, panceta y chorizo, y se comen mojando pan. Es un plato de origen humilde, pero muy sabroso y nutritivo, que se solía preparar en los meses de frío para combatir el hambre y el cansancio de los jornaleros. Las gachas se sirven acompañadas de encurtidos como guindillas y cebolletas, y se reservan los trozos de carne para el segundo plato.
Por su parte, la caldereta de cordero es el plato típico de las celebraciones en La Mancha, sobre todo en las fiestas patronales y reuniones familiares y de amigos. Consiste en un guiso de carne de cordero, preferiblemente de raza manchega, que se cuece a fuego lento con vino, aceite, tomate, ajos, laurel y pimienta. La caldereta se suele hacer al aire libre, en el campo, con fuego de leña, y se sirve en una cazuela de barro. Es un plato que requiere paciencia y buen hacer, pero que tiene un sabor intenso y delicioso.
Por último, las migas. Otro plato de aprovechamiento, que se elabora con pan duro, ajos y panceta. El pan se remoja con agua y se fríe con los ajos y la panceta, hasta que queda suelto y crujiente. Las migas se comen con uvas, melón o granada, para contrastar el sabor salado con el dulce. Es un plato que se suele hacer en los días de lluvia, para calentar el cuerpo y el alma.
Bodegas a visitar en Tomelloso
Si seguimos el rastro de la Ruta del Vino de la Mancha, en Tomelloso podemos visitar dos importantes bodegas dentro de esta ruta enoturística. Vinícola de Tomelloso y Virgen de las Viñas abren sus puertas para que puedas conocer de primera mano la historia de este municipio manchego y cómo sus habitantes hacen de la viticultura y el vino su forma de vida. Conoce la historia de Tomelloso, el origen de sus bodegas, cómo se elabora el vino y finaliza con una cata para conocer sus vinos más representativos.
Además del propio vino, Tomelloso es conocida por sus brandis. El brandy es una bebida alcohólica que se obtiene por la destilación del vino, y que se envejece en barricas de roble. El brandy de Tomelloso es uno de los más prestigiosos de España y se distingue por su color ámbar, su aroma intenso y su sabor suave y equilibrado. Se puede tomar sólo, con hielo o con café.
Ahora que ya sabes qué ver y qué comer en Tomelloso, también puedes visitar sus fiestas. Entre ellas, en el marco de la Feria y Fiestas de la ciudad a finales de agosto se celebra la Fiesta del Vino, evento que fomenta la cultura enoturística. En ella se pueden degustar vinos de las diferentes bodegas de la localidad, maridados con la mejor gastronomía y música en directo.
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