17.8 C
Toledo
sábado 12, julio, 2025

¿Y si una copa de vino con la comida no fuera tan mala idea? La ciencia reabre el debate

Un estudio reciente revisa décadas de evidencia sobre el consumo moderado de vino en el contexto de la dieta mediterránea, lejos de los extremos y del alarmismo.


¿Existe un nivel de consumo de alcohol que no suponga un riesgo para la salud? En los últimos años, la respuesta institucional ha sido clara: no. Campañas sanitarias, organismos internacionales y algunas investigaciones han consolidado la idea del “no safe level”, es decir, que cualquier cantidad de alcohol es potencialmente perjudicial.

Sin embargo, la ciencia no siempre habla en titulares rotundos. Según el artículo “A glass of wine with my dinner? A narrative” (2025), firmado por investigadores de universidades en Australia, Croacia y Francia, aún existe una corriente de evidencia que matiza ese mensaje. En ella se destaca que un consumo bajo y responsable de vino, dentro de un estilo de vida saludable y como parte de la dieta mediterránea, podría asociarse con una menor mortalidad y mejor salud cardiovascular.

El estudio no niega los riesgos del alcohol. De hecho, reconoce que el etanol es un carcinógeno reconocido por la OMS. Pero también recuerda que la forma de beber importa. Y que las diferencias entre quienes consumen vino de forma diaria, con moderación y durante las comidas —como tradicionalmente ocurre en países mediterráneos—, y quienes lo hacen en atracones de fin de semana, no son sólo culturales: también se reflejan en los datos.

En particular, se hace hincapié en el llamado patrón mediterráneo de consumo: pequeñas cantidades, con alimentos, repartidas a lo largo de la semana y sin episodios de consumo excesivo. Según el trabajo, este patrón se ha relacionado con una menor incidencia de enfermedades como la diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, deterioro cognitivo y enfermedades cardiovasculares, especialmente en mayores de 50 años.

La clave, insisten los autores, está en el conjunto. No es el vino por sí solo, sino su lugar en una dieta rica en vegetales, cereales integrales, grasas saludables y una vida activa. Lo que hoy llamaríamos “contexto”. Y sobre todo, advierten que estas conclusiones no deben utilizarse para promover el inicio del consumo de alcohol en personas abstemias, ni como excusa para justificar hábitos nocivos.

En paralelo, en España ya se está desarrollando un gran ensayo clínico (el UNATI Study) que evaluará durante cuatro años los efectos del consumo moderado de vino dentro de una dieta mediterránea. Será, dicen, el primer estudio de este tipo con metodología aleatoria y seguimiento a largo plazo. Y podría aportar más claridad en un terreno donde la confusión sigue reinando.


TE PUEDE INTERESAR: El futuro de la alimentación: Las nuevas técnicas genómicas (NTG) prometen alimentos a la carta y generan debate

¡Ey! No te pierdas nada ...

Recibe semanalmente las noticias más relevantes de la industria del vino.

Artículos relacionados

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Últimas Noticias