Algunos informes sobre la importancia económica y social del sector vitivinícola en España.
El sector vitivinícola está trabajando sobre los ejes de su propio plan estratégico, y muchas de las acciones asociadas al mismo “ya están en pleno desarrollo, para abordar los principales retos que afronta el sector”. Entre ellos: incrementar el valor de nuestros productos y un reparto equitativo de dicho valor por toda la cadena, de cara a los próximos años.
Así lo manifestó la directora de la Interprofesional del Vino de España (OIVE), Susana García, durante el 22º Salón del Vino y la Aceituna de Extremadura, celebrado en Almendralejo (Badajoz) recientemente. Allí comunicó la Estrategia del sector vitivinícola español 2022-2027 en un encuentro con los miembros del sector. El evento, conocido como Iberovinac, cerró sus puertas tras dar a conocer las líneas generales de la estrategia.
Una hoja de ruta que García definió como “la herramienta hecha por y para el sector, que contempla todos los eslabones de la cadena, y que también pretende mejorar el funcionamiento interno del sector o avanzar en cuestiones como la sostenibilidad”. En total, el documento cuenta con 22 iniciativas estratégicas y 101 acciones asociadas, “que se fundamentan en las cualidades que definen y dan personalidad a los vinos de España, que no son otras que calidad, diversidad, historia, tradición, sostenibilidad y modernidad”.
Plan de difusión y ejecución de la Estrategia
Una vez recogidos el análisis e identificación de las necesidades del sector vitivinícola de cara al futuro, “el siguiente paso es implicar a todo el sector, ya que cada eslabón de la cadena debe trabajar su parte, pero caminar todos unidos y en la misma dirección que dibuja la estrategia”, señaló García.
Por ello, desde que se presentó en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el pasado mes de julio, OIVE ha compartido el documento en diferentes regiones vitivinícolas de España que puedes descargar desde aquí.
La contribución del sector vitivinícola a la economía española, en términos de PIB y de empleo es relevante, como también lo es su aportación desde la perspectiva del desempeño del sector exterior, la dimensión social y la gestión de los retos en materia de sostenibilidad medioambiental.
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