Dehesa de Luna Finca Reserva de Biodiversidad, ubicada en el corazón del Campo de Montiel en Ciudad Real, es un espacio único en España en el que el aprovechamiento de los recursos naturales está en equilibrio con la conservación del entorno.
El crecimiento de la producción ecológica y su consumo es un hecho y Dehesa de Luna se une a la tendencia con su ya compromiso por la biodiversidad.
Dehesa de Luna consigue así la certificación para elaborar vinos ecológicos. Con esta certificación oficial, Dehesa de Luna Finca Reserva de Biodiversidad puede ya oficialmente elaborar vinos ecológicos en sus instalaciones a partir de sus propias uvas.
Los primeros con la etiqueta de ecológico serán los que estarán en el mercado con la añada 2018.
Dehesa de Luna Finca Reserva de Biodiversidad es un espacio protegido de casi 3000 hectáreas donde no solo se pueden degustar algunos de los mejores vinos de España; desde sus colinas, también se pueden observar y disfrutar de un sinfín de aves como águilas imperiales y reales, culebreras y perdiceras, azores, milanos, halcones peregrinos, avutardas, perdices rojas, entre otras muchas más.
De estas 3.000 hectáreas de terreno casi 1.000 se dedican a la agricultura. Las 2.000 hectáreas restantes están formadas por masas de monte mediterráneo y parcelas reforestadas con especies autóctonas.
CLIMA Y TERRENO
El diseño de la viña se ha hecho respetando la orografía de Dehesa de Luna Finca Reserva de Biodiversidad y las encinas centenarias que allí se encontraban. Tampoco es extraño encontrar nidos de insectívoros en las viñas o cruzarte con polluelos de perdiz roja correteando tras su madre.
Actualmente, Dehesa de Luna cuenta con 64 hectáreas de viñedo divididas en 4 parcelas: El Viñazo, La Mata de la Culebra, La Cañada del Navajo y La Noria de Luna. Estas dos últimas poseen “posiblemente uno de los viñedos tecnológicamente más avanzados” según confirma, José Ramón Lisarrague, consultor experto en viticultura, que ha creado un viñedo único, con una viticultura pensada para obtener de cada variedad lo mejor y paliar los efectos del cambio climático.
Con un clima continental e influencia mediterránea y a 850 metros de altitud, La Cañada del Navajo y La Noria de Luna cuentan con diferentes combinaciones de los siete sistemas diferentes de conducción de la viña – sprawl, semisprawl, sprawl vertical, eje vertical, espaldera, vaso y pérgola. Las ocho variedades que lo componen son Tempranillo, Graciano, Syrah, Cabernet Sauvignon, Viura, Viognier, Chardonnay y Garnacha Blanca – y se han diseñado en función del tipo de suelo, desnivel del terreno, variedad y objetivos enológicos.
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