Entrevista a Lorenzo Delgado, presidente de la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas.
En estos tiempos de cambios constantes y desafíos, la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE) nace y se posiciona como una entidad para asegurar la competitividad y sostenibilidad del sector vinícola. En una charla cercana, conversamos con Lorenzo Delgado, presidente de la AIVE, para conocer en profundidad los objetivos de la Asociación, su visión frente a la llamada destilación de crisis del vino, así como su posición ante la implementación y cumplimiento de la ley de la cadena alimentaria en el sector entre bodegas y cooperativas. A través de esta entrevista, Delgado nos comparte cómo la AIVE trabaja para garantizar precios justos y mantener la competitividad de nuestros vinos en el mercado.
ENTREVISTA
- Lorenzo, ¿Podría contarnos cómo nació la Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas y cuál es su misión principal?
AIVE nació para cubrir y defender a todo el sector primario y a las industrias asociadas a él.
- ¿Cuáles son los objetivos iniciales sobre los que trabaja AIVE?
Los objetivos de AIVE son buscar la igualdad de derechos para el sector y evitar a aquellos agravios de competencia desleal entre las cooperativas sac, multinacionales y grandes distribuciones, las cuales por el favoritismo de la Administración pública les dan más ayudas en la realización de sus modernizaciones o ampliaciones.
- A nivel de mercados, se ha hablado durante muchos años de que sobra vino en España. ¿Cuál es la posición de AIVE ante planteamientos como el de declarar la destilación de crisis y cómo deberían enfocarlo las autoridades?
En nuestro país no sobra vino, ya que producimos uvas para mosto, zumo de uva, concentrados, vino, vinagres, y alcoholes de vino para bebidas espirituosas, como mistelas y orujos. Sin embargo, las normativas actuales, que no se quieren cambiar, están perjudicando al sector y a los consumidores. Estas normativas permiten la utilización de alcoholes industriales de procedencia agraria para la elaboración de vinagres y bebidas espirituosas, mientras que nos obligan a destinar nuestro alcohol de vino, extraído de la destilación, a combustibles. Esto debería ser al contrario: nuestro alcohol de vino debe destinarse al uso alimentario y el alcohol industrial, a combustibles.
«no se debería utilizar la palabra vinagre en todos aquellos productos que no estén hechos con vino»
De esta manera, se mejoraría la cadena alimentaria y el medio ambiente, porque obtener un litro de alcohol de vino es mucho más ecológico que el de procedencia industrial, al igual que de mejor calidad alimentaria.
- Le hemos oído decir en otras ocasiones que AIVE también «lucha» en defensa del vinagre de vino. ¿Cómo está trabajando la Asociación en este ámbito para conseguir avances?
La asociación informa de las quejas. Por ejemplo, no se debería utilizar la palabra “vinagre” en todos aquellos productos que no estén hechos con vino, así como hablar claro para que todo el mundo entienda las ventajas de las uvas y de sus productos. Pedimos cambiar la normativa para que la palabra “vinagre” solo aparezca en los productos derivados de vino. Así como todos los productos con manzana o arroz, entre otros.
- Hablemos de la Ley de la Cadena Alimentaria. ¿Hay en nuestra región algún incumplimiento de la Ley entre las bodegas y cooperativas? ¿Se está haciendo todo lo posible para que se cumpla?
Por supuesto que hay un incumplimiento de la ley, ya que muchas cooperativas no cumplen con la ley de la cadena alimentaria correctamente. Además, a sus socios les pagan por debajo de los costos de producción y, en cuanto a los tiempos de pago, en algunas ocasiones se extienden por más de un año. La Ley de la Cadena Alimentaria se ha estado aplicando durante algunos años con el objetivo de eliminar los abusos y la competencia desleal. Sin embargo, esta ley se ha vuelto contraproducente porque las cooperativas, SAC, y otras entidades que manejan el 70-80% de la producción de vino, cereal, fruta y hortalizas, pagan a sus proveedores, a quienes llaman socios, por debajo del costo y a largo plazo, permitiendo muchas veces vender a pérdida. Esto provoca un gran perjuicio a sus proveedores socios cooperativistas. Por lo tanto, pedimos a todos los sectores que cumplan con la Ley de la Cadena Alimentaria. Los mayores beneficiarios serían los agricultores y ganaderos, que son los cooperativistas y quienes están sufriendo los mayores perjuicios.
- ¿Apoya la AIVE las protestas de los agricultores y ganaderos de los últimos meses en contra de algunos puntos de la PAC y la Agenda 2030?
Sí, AIVE apoya dichas protestas, ya que nos imponen normas casi incumplibles que no se ajustan a nuestra climatología ni a la forma en que trabajamos nuestros cultivos. Estas normas están adaptadas a los países del norte de Europa, bajo la excusa de mejorar el ecosistema, pero lo que realmente hacen es buscar pretextos para que los agricultores y ganaderos pierdan dinero justo y ganado, debido a la carga burocrática. Estamos sufriendo una gran pérdida económica, mientras que no se hace nada para exigir las mismas condiciones a los productos que entran de fuera de la Comunidad Europea que se exigen a los países miembros de la Unión Europea.
- ¿Cree que sobra viñedo en España como para solicitar arranque, o deberían concederse más autorizaciones para reestructuración y reconversión?
No sobra viñedo en España, porque estos cultivos inician su brotación a finales de abril y mantienen sus hojas verdes hasta octubre, casi seis meses produciendo oxígeno y favoreciendo el clima. Las zonas con más vegetación aumentan las lluvias, además de generar empleos fijos y mantener la población en áreas rurales, así como las industrias vinculadas al sector vitivinícola.
Lo que sería necesario es cambiar las normativas para fomentar la utilización de zumo, vino, mostos blancos y tintos, que son más saludables que muchas bebidas energéticas que contribuyen al aumento de la obesidad y diabetes en la población. También deben promoverse productos como vinagre, vino 0,0 y vinos de baja graduación, términos comerciales comprensibles y que facilitarían las exportaciones. Es crucial mantener las ayudas para la modernización de maquinaria e industrias, como se hace en otros sectores.
Los viñedos afectados por enfermedades, o aquellos sin cambio generacional debido a la pérdida de patrimonio, deben recibir compensaciones por parte de la administración. Esta pérdida de patrimonio debe ser compensada a los agricultores que se ven obligados a arrancar sus viñedos por estas razones. Estos puntos son cruciales y se observa una tendencia similar en España y otros países europeos, como Francia, donde ya se está compensando esta pérdida de patrimonio.
- De cara al llamamiento de nuevos socios para la Asociación, ¿Cuál es la valoración de AIVE desde su fundación hasta la fecha y qué objetivos ha cumplido?
La valoración es positiva ya que hemos conseguido muchos logros. Nos hemos explicado y propuesto soluciones a los grandes problemas que engloba el sector primario y las pequeñas empresas relacionadas con la alimentación.
Con nuestra creación, con una gran incremento de agricultores, ganaderos e industrias que nos trasmiten sus inquietudes, tenemos una base de datos muy precisa porque estudiamos y entendemos la problemática que nos transmiten los socios. Esta información la transmitimos a los diferentes organismos a nivel regional, nacional y europeo, haciéndoles saber a todos los organismos las cosas que no están bien en el sector y presentamos propuestas a esas peticiones para resolver las cuestiones que están perjudicando al sector. Buscamos soluciones rápidas y razonadas para el sector. Usamos un vocabulario que hoy en día se echa de menos, ya que se utiliza mucha palabra bonita, pero vacía. Nuestra expresión es hablar poco y claro, beneficiando así a nuestro sector y a todo lo que lo rodea.
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