El proyecto COPPEREPLACE desarrolla y valida una serie de soluciones integradas, innovadoras y viables, con el objetivo de reducir el uso del cobre en el sector de la viticultura y minimizar el impacto medioambiental que provoca en los viñedos. Las soluciones impulsadas por el proyecto serán transferibles y duraderas para conseguir que el sector vitivinícola cumpla con las nuevas normativas europeas, promoviendo así la producción sostenible medioambientalmente.
La Unidad de Tecnología Química de Eurecat participa en el proyecto desarrollando la tecnología de encapsulación de nuevos productos fitosanitarios eficientes que permitan reducir la cantidad de cobre empleada, sin generar microplásticos.
COPPEREPLACE cuenta con un consorcio liderado por la Plataforma Tecnológica del Vino formado por 13 entidades multidisciplinares de España, Francia y Portugal.
El proyecto, cuyo título completo es “Desarrollo e implementación integral de nuevas tecnologías, productos y estrategias para reducir la aplicación de cobre en viñedos y remediar suelos contaminados en la región SUDOE”, cuenta con un presupuesto superior a 1,6 millones de euros y ha recibido más de 1 millón de euros de financiación por parte del Programa de Cooperación Territorial Europa Suroccidental (Interreg Sudoe) cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
COPPEREPLACE creará también una red de stakeholders que incorporará, no solo a viticultores, sino también a otros representantes del panorama vitivinícola internacional, con el fin de involucrar a todos los agentes interesados en el proyecto para que puedan aportar su conocimiento y expertise.
El uso del cobre en el viñedo
El cobre es un fitosanitario clásico y el único bactericida autorizado por la Unión Europea. Éste es un protector de contacto: su aplicación forma una lámina superficial de protección que evita que las esporas de los hongos y las bacterias se establezcan y se desarrollen en el interior del fruto. No penetra dentro de la uva, por lo que ésta puede ser ingerida después de ser tratada con cobre. Su efecto es preventivo, no cura las partes afectadas de la uva y no impide el desarrollo de la enfermedad una vez que el hongo se ha implantado en ella. Alrededor del 70% del cobre de una planta está presente en la clorofila, especialmente en los cloroplastos.
Las grandes amenazas que puede arruinar la cosecha de todo un año son los hongos. El hongo más común de esta planta es el ‘Botrytis‘.
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