Un real decreto amplía la vigencia de las autorizaciones de viñedo que fueran a caducar.
Mientras unos piden arrancar viñedo, otros, como es obvio, continúan con su hoja de ruta en su proyecto vitivinícola. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Agricultura, ha aprobado hoy un decreto que recoge ciertas disposiciones de la Unión Europea para flexibilizar las autorizaciones de plantación de viñedos. Esta medida busca echar una mano a los viticultores que han tenido problemas este año debido al mal tiempo y a las dificultades en el mercado.
Las lluvias y heladas de invierno y primavera de 2024 han dificultado que muchos agricultores pudieran trabajar sus viñas como tenían planeado. Por este motivo, algunos no han podido usar las autorizaciones de plantación cuando tocaba.
Por otro lado, la situación del mercado también está complicada: ha bajado el consumo de vino en casa y las exportaciones no van tan bien como antes. Esto genera mucha incertidumbre, y los viticultores necesitan más tiempo para decidir cómo y cuándo usar esas autorizaciones de plantación.
En respuesta a estas dificultades, y tras peticiones de varios países, incluida España, la Comisión Europea aprobó en agosto medidas para dar más margen en el uso de las autorizaciones. Gracias a esto, el Gobierno ha decidido prolongar la vigencia de las autorizaciones que iban a caducar en 2024 en las zonas afectadas por la sequía o las lluvias, dándoles un año más. Para aquellas regiones que tengan problemas de mercado, las autorizaciones que caducaban en 2024 o 2025 se ampliarán tres años más.
Además, si un viticultor tiene una autorización y no quiere usarla ni beneficiarse de la prórroga, no habrá sanciones, siempre y cuando informe a las autoridades de su comunidad autónoma antes del 31 de diciembre de este año.
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