Se inicia la consulta pública del nuevo plan de acción para el uso sostenible de los productos fitosanitarios.
El nuevo Plan de Acción Nacional (PAN) para el uso sostenible de productos fitosanitarios 2025-2029 ha sido presentado como una estrategia clave para proteger la salud humana y el medioambiente en España, con el objetivo de reducir el uso de productos fitosanitarios y fomentar prácticas más sostenibles en el sector agrícola. Este plan establece dos metas prioritarias: la primera es reducir los riesgos derivados del uso de estos productos para la salud humana y el entorno natural, mientras que la segunda se enfoca en preservar la biodiversidad y la vida rural a través del impulso de técnicas agrícolas que minimicen la dependencia de productos químicos. Un Plan de Acción Nacional para el uso sostenible de los productos fitosanitarios (Periodo 2025-2029) que, hasta el próximo 21 de octubre, se somete a audiencia pública su borrador, y del que habrá que estar pendiente del texto final.
En comparación con los planes anteriores, el PAN 2025-2029 se distingue por un mayor enfoque en la digitalización de herramientas de seguimiento y control, así como en la actualización de la formación para usuarios de productos fitosanitarios. Además, se ha fortalecido la gestión integrada de plagas (GIP), que ya cubre más del 95% de la superficie agrícola española. Un aspecto clave es la apuesta por técnicas no químicas como alternativas, alineándose con los objetivos de la Unión Europea para reducir el uso de productos fitosanitarios peligrosos en un 50% para 2030, meta que España ya ha superado, logrando una reducción del 60% en la última década.
Medidas ambiciosas
El plan también contempla 27 medidas concretas, entre las que destacan las campañas de concienciación sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios y la intensificación de la asesoría agrícola para mejorar la aplicación de la GIP. Con estas acciones, el PAN 2025-2029 pretende continuar la senda positiva de sostenibilidad en la agricultura, consolidando los avances logrados en planes anteriores y adaptándose a los nuevos retos climáticos y tecnológicos.
En resumen, este nuevo plan introduce medidas mucho más ambiciosas, especialmente en ámbitos como la gestión integrada de plagas, la formación, la comunicación y la digitalización. Medidas encaminadas tanto a reforzar y consolidar los logros ya conseguidos, como a mejorar la consecución de los objetivos generales del plan de acción nacional en determinados ámbitos específicos.
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