La industria vinícola de Castilla-La Mancha podría tener pérdidas millonarias por no activar la destilación de crisis.
La Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE) ha expresado su malestar por la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha de no solicitar la activación de la medida de destilación de crisis para el sector vitivinícola en la región, lo que ha supuesto una pérdida estimada de 100 millones de euros para los productores y bodegas.
Su presidente, Lorenzo Delgado, considera que en un año como el actual, con una situación económica y de mercado muy complicada, esta destilación de vino hubiera motivado una subida de precios, que en el caso especialmente de los tintos están muy bajos, vendiendo las cooperativas sus existencias «al precio que pueden».
Destilación de crisis sí o no
Según la AIVE, la destilación de crisis es una herramienta que permite reducir el excedente de vino en el mercado y aliviar la presión sobre los precios, especialmente en un contexto de crisis provocada por la guerra de Ucrania y la pandemia del COVID-19, que han afectado gravemente a la demanda y al comercio internacional.
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La AIVE ha recordado que otros países productores como Francia, Italia o España han recurrido a esta medida, que cuenta con un presupuesto comunitario específico, para apoyar a sus sectores vitivinícolas y evitar el colapso del mercado. Sin embargo, Castilla-La Mancha, que es la mayor región productora de vino de Europa, ha renunciado a esta oportunidad y ha dejado a sus viticultores y bodegueros en una situación de desventaja competitiva.
La AIVE ha instado al Gobierno regional a reconsiderar su postura y a solicitar la destilación de crisis para la campaña 2023-2024, antes de que se agote el plazo previsto por la Comisión Europea. Asimismo, ha pedido al Ministerio de Agricultura que coordine las acciones de las comunidades autónomas y que garantice una distribución equitativa y eficiente de los fondos disponibles para el sector vitivinícola.
